Y ahora una isla con encanto... La Toja

¿Quién no conoce La Toja? Si no es por su belleza es por sus aguas termales, o si no es por sus jabones es por sus selectos visitantes, o si no es por el Puente es por el flamante Gran Hotel...

Podemos acceder a ella en nuestra visita a O Grove, por el Paseo Marítimo de Beiramar, a medida que vamos avanzando ya vemos el Puente que nos conducirá hacia la Isla.

Como curiosidad contaros que, si la marea está baja, mucha gente cruza de un extremo a otro el agua, y ¿a que las aguas parecen tranquilas? Pues sí, pero no todo es lo que parece, ya que hubo gente que falleció en las aguas que hay debajo del puente. Al parecer, debajo del Puente de La Toja, se producen unas corrientes y unos remolinos en la arena que te traga, así que, precaución.

Nada más entrar en la Isla, y al pasar el Puente, no encontraremos con una rotonda, para conocer mejor la Isla, lo más recomendable es dirigirse hacia la derecha y aparcar el coche (o seguir caminando) por esa dirección. Así podéis pasear entre los pinares que se encuentran al principio de la isla, que aunque no lo parezca, hay un pequeño sendero, por el que pasearemos bordeando una de las playa que tiene la Isla e iremos a parar a la plaza de O Redondo, donde se encuentra la Aldea Comercial (un conjunto de pequeños comercios donde se puede encontrar de todo). Podemos hacer ahí una parada para tomarnos un refresco y también para hacer alguna comprillas de souvenirs y recuerdos, tanto para nosotros como para los amigos, pero os aconsejo que si queréis comprar jabones, no lo hagáis allí...ya os explicaré el por qué.

Si seguimos caminando, nos encontraremos con la conocidísima Capilla de San Caralampio o de Las Conchas (que es como se conoce). Es una capilla que recoge diferentes estilos, pues ha sufrido más de un cambio, pero lo que llama la atención, es que está toda recubierta de conchas de vieira, y sobre todo, durante generaciones, tanto los turistas como los que viven allí, han escrito su nombre y el de su pareja en alguna concha...

Por un lado, justo en frente de la capilla, nos podemos encontrar con lo que conformaba el antiguo balneario (o pabellón de baños) de La Toja en ruinas, y por otro lado nos encontramos con la Tienda Museo de Manantiales La Toja, aunque en realidad es más tienda que museo, pero veréis curiosidades como por ejemplo los envases antiguos de los jabones, las máquinas que se utilizaba para prensar el jabón, pastillas de jabón antiguas, etc. Aquí es donde debéis comprar los jabones, colonias, sales, lociones o demás como souvenir para vuestros amigos, familiares o vosotros mismos. Para empezar, porque es más económico, el etiquetaje es distinto al que se venden en supermercados y en las tiendas de souvenir que antes hemos citado, y por último porque la fórmula, a mi parecer es distinta, ya que éstos huelen más, es decir, huelen como los jabones de La Toja de siempre...

Y por detrás de la Capilla de las Conchas nos encontramos con el parque botánico, que pertenece al Gran Hotel:

Y también podemos ver...

Es muy probable que durante vuestra visita por La Toja, un grupo de señoras se os abalance, pero no temáis, son las collareiras de La Toja. Mujeres que llevan desde su niñez elaborando collares y otros complementos con conchas naturales recogidas directamente de las arenas de La Toja, no son caras y es un bonito y curioso recuerdo...

Y si queréis vivir en el lujo, aunque sea una noche, una día o incluso unas horas, tenéis que visitar el Gran Hotel de La Toja, si no es para alojarse o darse un baño con sales (directamente extraídas del las tierras de la Toja), al menos para desayunar un buffet libre por 16€ o tomarse un café, pues las vistas de las que dispone son todo un lujo, ideal en un día soleado, o mucho mejor en los días de tormenta.... Hace un par de meses mis compañeros de trabajo de comunicación y yo, tuvimos la oportunidad de visitar el Gran Hotel y tomarnos un café... y aquí os dejo unas fotos:

Tras haber visitado el Gran Hotel, seguimos recto por un sendero que existe y que bordea casi toda la Isla, ahí podemos apreciar las vistas a la Ría y la Isla de la Toja Pequeña (un pequeño islote inhabitado)...y en la zona del parking hay un césped donde te puedes sentar al sol mientras sopla la brisa marina.. toda una delicia y desde la que podemos ver también el Gran Hotel de La Toja en todo su esplendor.

Si hay ganas de hacer un poquito de senderismo, el Pinar de la Toja ha sido adaptado en estos últimos años para que la gente pueda visitarlo y hacer deporte ahí. En la cima del pinar, hay un banco en el que merece la pena sentarse un buen rato para reflexionar y apreciar todo el encanto que nos ofrece esta Isla. 

Y por último, y tras haber recorrido toda la Isla, os contaré que una de las fotografías más bonitas que se pueden sacar es desde el Puente de La Toja hacia el pueblo de O Grove, o desde ese banco del pinar... y aquí lo dejo.

Saludos!